El ascensor es un elemento que empleaos a diario no solo nosotros, sino nuestros vecinos o compañeros de trabajo. Sin duda, es un mecanismo que nos facilita totalmente la accesibilidad a nuestra casa o al trabajo y en ciertos casos, resulta fundamental. En este caso, nos estamos refiriendo a las personas con movilidad reducida, que ven sin el ascensor imposible salir a la calle o acudir al trabajo.
Debido al gran uso que hacemos del elevador, es lógico que se deba hacer revisiones periódicos. En el caso del mantenimiento, abarca una serie de tareas que son de vital importancia para que el ascensor funcione perfectamente. En este artículo detallaremos cuáles son dichas tareas.
Cada mes se deben hacer una revisión de los aspectos más básicos de un elevador
Mantener en perfectas condiciones un ascensor es una responsabilidad que va más allá de un trámite al uso, puesto que si el aparato no cumple con unas medidas básicas, puede haber accidentes graves. A la hora de hacer un mantenimiento de un elevador, se valoran ciertos aspectos que deben estar siempre en perfecto estado. El mantenimiento implica una inversión necesaria anualmente y por ese motivo, se debe estar seguros de que se está realizando debidamente priorizando la seguridad, así como las normas vigentes y el ahorro de los edificio.
De manera general, en un correcto mantenimiento no deben faltar las revisiones rutinarias, reparar las averías que se produzcan y sustituir las piezas que se hayan desgastado, realizar la inspección del ascensor correspondiente e implementar las modificaciones que obliguen las normas y leyes de la administración pública.
Los puntos que se revisan en un ascensor se suelen realizar con frecuencia mensual, trimestral, semestral y anual. Respecto a las mensuales, encontramos las revisiones más básicas de un elevador. Comprobar los componentes de la cabina, la alarma, verificar el arranque, la parada, nivelación, revisar que la apertura sea correcta, así como el cierre de la cabina. No hay que olvidarse del funcionamiento y la señalización de las puertas de los pisos.
Por otra parte, trimestralmente se procederá a limpiar el foso, revisar el freno, controlar el nivel de aceite de los motores, la máquina y las posibles fugas, limpiar la posadera perteneciente a las puertas de cabina y limpiar el cuarto de las máquinas, aunque suele realizarse cada cuatro meses este último aspecto.
Semestralmente, se revisará la luz de emergencia, la limpieza y revisión de las puertas de la cabina, el operador, limpiar y revisar los cuadros y protecciones y controlar el estado del patinaje y la tensión de cables.
Anualmente, los puntos que se revisarán serán más numerosos. Se hará lo propio en los amarres de contrapeso, el estado de amarres de la cabina, limpiar las rozaderas del contrapeso, cerciorarse del paracaídas y las articulaciones, los amarracables, el estado de los cables, limpiar el estado del cabezal, la polea, los impulsadores, las fugas de mangueras y tuberías, la limpieza del refrigerador en caso de que exista, comprobar la renivelación, limpiar el techo y los bajos de la cabina, así como del limitador.