No es ningún secreto que los ascensores tienen una capacidad máxima en cuanto al número de personas que pueden entrar y el máximo de peso que se puede cargar. Lógicamente, cuando se marca un peso máximo no se hace por capricho, sino que hay estudios detrás que marcan que lo más recomendable por seguridad es no exceder ciertos límites.
El peso máximo que soporta un elevador se determina a partir de cálculos físicos básicos, además del ambiente donde esté situado y el estado de los materiales que lo componen. Respetar el peso máximo es obligatorio, existiendo una norma que determina la carga máxima en función del área disponible.
Si el ascensor supera el máximo de peso, la seguridad no se verá comprometida en ningún momento, ya que los elevadores cuentan con mecanismos más que suficientes para garantizar la integridad de la estructura. Además, algunos tienen un dispositivo que impide el funcionamiento del mismo si se supera el máximo de peso permitido.
¿Qué puede pasar al ascensor si sobrepasamos el límite permitido?
Como ya hemos comentado, la seguridad hoy en día de los ascensores es máxima, de forma que no debemos temer por una avería grave incluso cuando haya un exceso de peso. En cualquier caso, es importante evitar sobrepasar el límite por las siguientes razones:
- Se puede deteriorar las piezas: Si sobrepasamos los pesos máximos con frecuencia, las piezas del ascensor van a desgastarse de forma mucho más rápida, teniendo que hacer un mantenimiento mucho más exhaustivo si no queremos tener problemas en el largo plazo.
- Puede tener averías leves: Cuando hay una carga excesiva, los componentes de la estructura pueden sufrir tanto que puede haber ciertas averías leves en el ascensor, por lo que es mejor prevenir y controlar el número de personas u objetos que metemos.
- Habrá que hacer un gasto mayor: Al desgastarse las piezas con mayor facilidad, habrá que hacer revisiones más frecuentes, lo que puede suponer un coste bastante elevado.